Las 55 travesías del Periódico Granma
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Este 4 de octubre se cumplen 55 años de la publicación del primer ejemplar del diario Granma.
El día anterior, en ocasión de la presentación al pueblo del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Fidel Castro anunció desde el teatro Chaplin —hoy Teatro Karl Marx— la decisión de crear un nuevo periódico, en lugar de la existencia de Hoy y Revolución y que como «símbolo de nuestra concepción revolucionaria y nuestro camino» llevaría el nombre de Granma.
El glorioso yate comenzó ese día a navegar como órgano del Comité Central y de la Revolución cubana. En sus miles de ediciones publicadas desde entonces, en las páginas del Granma han estado siempre, sin concesión alguna, la línea política del Partido, el pensamiento martiano y marxista-leninista y las ideas revolucionarias de Fidel.
La noche del 3 de octubre jamás se le podrá olvidar al compañero Jorge Oller, fotógrafo del periódico Hoy, quien fue uno de los que cubrió el magno evento. Tomó varias fotos, una de ellas publicada en primera plana y escuchó a Fidel cuando, luego de presentar a los integrantes del Comité Central, leyó, emocionado, la carta de despedida del Che.
Al terminar el acto, Fidel y los miembros del Buró Político y del Secretariado del Comité Central se trasladaron para la redacción del periódico Noticias de Hoy, en Prado y Teniente Rey, donde se tiraría el primer ejemplar del diario Granma.
Allí el Comandante en Jefe se reunió con los periodistas y los trabajadores; despidió cariñosamente al compañero Blas Roca como director de Hoy, y presentó al compañero Isidoro Malmierca como director del periódico Granma.
En la madrugada del 2 de octubre de 1965, el compañero Blas Roca, director de Hoy, reunió a un grupo de sus más cercanos colaboradores y les comunicó que por acuerdo del Partido se iba a crear —fusionando a los periódicos Revolución y Hoy— el órgano oficial de lo que iba a ser el Comité Central del Partido.
Puestos en alerta, ese grupo de colaboradores se dio a la tarea de preparar las condiciones que permitieran la publicación inmediata del novísimo periódico, continuador de la prensa revolucionaria cuyo inicio había que buscar en aquel Cubano Libre que fundó Carlos Manuel de Céspedes en la manigua mambisa y que haría renacer el Guerrillero Heroico Comandante Ernesto Che Guevara, en los días gloriosos de la Sierra Maestra, última etapa de una lucha que había durado cien años.
Hacía falta ante todo y, especialmente, un logotipo para identificar al periódico.
Así, fueron a buscar a sus casas al destacado artista plástico Adigio Benítez y al dibujante Horacio Rodríguez (ya fallecidos), ambos de la redacción de Hoy. Ellos llegaron alrededor de las tres de la madrugada. Con la imagen del yate, crearon varios proyectos en los que aparecía la histórica nave con un GRANMA de distintas formas... Lo obtenido se guardó para el día siguiente, 3 de octubre.
Con los distintos proyectos delante, es Fidel quien escoge el que desde entonces será logotipo de GRANMA. Y para satisfacción del viejo artista, cabe a Horacio el honor de que haya sido seleccionado un GRANMA concebido por él.
Otro detalle importante de esa madrugada ocurrió con la información de nueve párrafos sobre la presentación del Comité Central que aparece en la primera página del primer ejemplar de Granma que, aunque no está firmada por su autor, corresponde a nuestro colega Gabriel Molina Franchossi.
La primera tirada de Granma alcanzó la cifra de 498 784 ejemplares de 12 páginas con 31 fotografías, una enorme cifra.
Juan Marrero, que pertenecía a la plantilla de Hoy, recuerda que cursaba la Escuela Provincial del Partido cuando fue llamado a la redacción. A los pocos días nació Granma y de inmediato se integró a trabajar junto al resto del equipo, conformado por los periodistas de Hoy y de Revolución bajo una misma dirección, con voluntades para crear.
Había que darle una personalidad propia al nuevo periódico tanto en su contenido como en su forma. Los titulares debían ser grandes aunque no exagerados; el equipo gráfico fue reforzado; las informaciones y los trabajos debían presentarse en forma sobria, pero amena y lograr una elaboración más acabada, más idónea a los temas tratados.
Debían organizarse departamentos, nombrarse nuevos jefes, formar un espíritu de trabajo y un estilo. Este fue precisamente uno de los objetivos al cual dedicamos todos nuestros esfuerzos.
Se realizaron encuestas para conocer la opinión del pueblo sobre el nuevo periódico y el resultado fue favorable. Desde el primer momento se acogió al Granma con el mismo amor que alentaba el pecho de los trabajadores que hacían el periódico para el pueblo, con el objetivo de hacer un periodismo cada vez más serio, más digno.
CAMBIOS EN LA FRECUENCIA DE SALIDA
En sus inicios Granma se editaba los siete días de la semana. A partir de febrero de 1967, apareció de lunes a sábado. Con el Período Especial, ante la imposibilidad de disponer de recursos financieros para adquirir el papel y otros insumos, su frecuencia de salida se redujo a cinco días a la semana hasta 1999.
La familia de Granma creció a partir de 1966 cuando en ocasión de la Conferencia Tricontinental comenzó a publicarse en inglés, francés, y español el Resumen Semanal de Granma, devenido Granma Internacional que hoy se edita en esos idiomas y también en portugués, alemán e italiano.
También en ese año nació Granma para las Montañas que después se convirtió en Granma Campesino. En 1981 comenzó a editarse el Granma Internacionalista, dirigido a informar y orientar a los trabajadores internacionalistas cubanos en distintos países del mundo sobre la situación de la Patria.
Granma ha navegado en cincuenta y cinco travesías, muchas de ellas con mal tiempo y situaciones imprevistas, pero siempre ha llegado a puerto sin cambiar de rumbo.
Y este tripulante conoce una de ellas. En su decimoquinto recorrido, Granma zarpó con marejadas. A los pocos meses el mal tiempo se convirtió en la tormenta del Mariel y el Comandante en Jefe casi todas las noches que duró el temporal político estuvo a bordo junto a sus tripulantes.
En el cuarto donde se traza el rumbo con su capitán Jorge Enrique Mendoza, con los subdirectores Elio Constantín y Tubal Páez, con el caricaturista René de la Nuez y un grupo de periodistas, Fidel trazaba las pautas a seguir manteniendo el rumbo firme de la Revolución con la información al pueblo como premisa principal.
Así, otra vez, el Granma llegó a puerto seguro.