Fidel
Soldado de las Ideas
He perdido un gran amigo. Nuestro último encuentro fue el 13 de agosto, cuando cumplió los 90 años. Me recibió en su casa, en La Habana, y por la tarde fuimos al teatro Karl Marx, donde fue homenajeado con un espectáculo musical. A pesar de que tenía su organismo debilitado, caminó sin apoyo desde la entrada del teatro hasta su butaca.
Hacía tiempo que Fidel no aparecía en público. Como me dijo en La Habana un cubano: “es clamoroso el silencio del Comandante”. Muchos suponían que se encontraba enfermo. Quizás recluido en un hospital, y con su estado de salud tratado como secreto de Estado.
Lo que primero llamaba la atención al toparse con Fidel era su porte imponente. Parecía más grande de lo que era, y el uniforme lo revestía de un simbolismo que transmitía autoridad y decisión. Cuando entraba en un recinto era como si su aura ocupara todo el espacio.
Querido Fidel:
Este día de tu cumpleaños siento mucha nostalgia de nuestras conversaciones. Y, sobre todo, de tu luminosa inteligencia para guiarnos en esta nueva coyuntura pandémica.
Mensaje enviado al programa Enlace Cuba de Cubavisión Internacional. Traducción: Esther Pérez.
Al cumplirse dos años después de la ausencia física de nuestro Comandante y mi amigo Fidel Castro, su ejemplo de vida y su pensamiento son cada vez más actuales e iluminan nuestro futuro.
Antes de que termine octubre la Asamblea General de la ONU votará, una vez más, la propuesta de terminar con el bloqueo de los EE.UU. a Cuba, como viene sucediendo desde hace 25 años.
El Programa Más Médicos cuenta hoy con 18 247 profesionales en más de 4000 municipios del país. Este año el número de brasileños y brasileñas que serán atendidos llegará a 63 millones.
Este libro contiene las conversaciones que durante 23 horas sostuvo el comandante en Jefe Fidel Castro con Frei Betto ; temas como su formación familiar, su visión crítica de la educación recibida en colegios religiosos, su valoración del papel actual de las iglesias y los creyentes en Cuba y América Latina, su apreciación de la Teología de la Liberación en el marco de la situación económica, social y política del continente son entre otros, los tratados en esta viva, profunda y trascendental entrevist
Durante 23 horas el Comandante en Jefe Fidel Castro habló sobre religión y otros temas con Frei Betto, fraile dominico brasileño.
Conocí a Fidel en Managua, la noche del 19 de julio de 1980, primer aniversario de la Revolución Sandinista. Lula y yo estábamos en casa de Sergio Ramírez cuando él llegó a reunirse con empresarios nicaragüenses. Nos saludamos y se refugió en la biblioteca. Eran las dos de la madrugada cuando el padre Miguel D'Escoto, canciller de Nicaragua, nos preguntó si estábamos interesados en conversar con el Comandante. El diálogo se extendió hasta las seis de la mañana, observado por Chomi Miyar, atento a las fotografías y un Manuel Piñeiro soñoliento, desplomado sobre su espesa barba que servía de parabán a un largo tabaco apagado. Hablamos de religión. Fue cuando él me preguntó si estaba dispuesto a ir a Cuba a asesorar el reacercamiento entre el Gobierno y la iglesia católica. Respondí que eso dependía de los obispos cubanos, quienes al siguiente año respondieron de manera positiva a la propuesta.
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